Hola,
amigas y amigos.
Hoy
es 25 de marzo y me porté bien, o eso creo. Bueno, poca gracia tiene portarse
bien cuando uno está en cuarentena. La palabra cuarentena quizá esté mal
empleada, pues la crisis viral parece que va para más largo. Hay que armarnos
de paciencia y solidaridad, responsabilidad y planificación.
Hoy me
invitaron a participar en algo interesante: grabar un pequeño video donde yo
leyera un poema de mi elección. Encontré uno muy bello de Pedro Salinas, el gran
poeta español.
Si
gustan, pueden verlo aquí: https://drive.google.com/open?id=1GqA0bKYGSCHqnh12lW9_7MUk_oVeJst0
Ya
que lo grabé, me puse a leer más poemas de este maestrazo y otros más de la
gran poeta mexicana Dolores Castro.
No
pensaba salir a caminar hoy, pero hace rato, cuando aún había sol, me decidí: el
huarache apuntó hacia la casa de mi novia y allá voy. Al llegar, me enteré de
que sufrió una caída cuando, trepada en una escalera para limpiar los gabinetes
de la cocina, perdió pie al bajar y se golpeó espalda y nuca. Muy peligroso es,
amigos y amigas, e imprudente, utilizar escaleras cuando uno está solo. Los
accidentes no son infrecuentes y más vale que haya alguien más cuando
trabajamos en esas máquinas traicioneras. En fin, por suerte no pasó a más de
un dolorcillo de cabeza y una lección, espero que bien aprendida.
Como
siempre, me puse a regar los árboles de la calle con un bote de 20 litros, a la
vez que charlaba largo y tendido con la mujer que me escuchaba tras la puerta,
como novia de las de antes (¿de veras fueron así los noviazgos alguna vez?)
De
regreso a mi guarida, ya cayendo la tarde, observé a la gente (sin acercarme
mucho, por aquello de Susana Distancia): sólo una mujer vi que caminaba con su cubrebocas,
y las demás personas departían despreocupadas. Eso sí, muy pocas personas y en
grupos familiares o muy reducidos. ¿Será que los juarenses sí tomamos en serio
la pandemia y nos estamos cuidando? Eso espero.
En
algún momento del día leí varias páginas de Lecciones de literatura,
Berkeley, 1980, de Julio Cortázar. Siempre ameno, este che, e ilustrativo.
Un plus de la obra es que inserta fragmentos largos de sus cuentos, a
veces cuentos completos. Como se trata de charlas para estudiantes de letras en
Berkeley, utilizó su propia obra para ejemplificar temas teóricos, como la
fantasía y el realismo en los relatos y otros asuntos. Para mí es un regalo,
pues así puedo releer cuentos de Julio y hasta leer algunos que no conocía. Qué
mayor regalazo habrá sido para aquellos estudiantes de Berkeley.
Más
tarde, quizá mis anfitriones me inviten a ver una película con ellos. No a
cenar, porque no cenan, pero con unas botanas, una copita de vino, la noche
llega hasta el momento en que nos dé sueño. Se habrá cumplido otra jornada y vamos
pensando en quehaceres de mañana.
Amigas,
amigos, no dejen de sonreír. Busquen e inventen motivos para ello. Seamos
responsables y cuidemos de los demás, conocidos o no, cercanos o lejanos. Va
para ustedes mi abrazo virtual y cálido y salubre.
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