lunes, 25 de noviembre de 2019

Comparto este poemita novísimo


La poesía está para salvar al mundo

Solo que el mundo no siempre tiene intento
de salvarse.
Solo que el mundo no siempre sabe dónde están los salvavidas
y, en todo caso, no siempre es la vida
lo más importante de salvar.
Está el recuerdo de un cuerpo, por ejemplo:
en un cuerpo, en su memoria detallada,
hay una conciencia de por qué cuidamos la salud.
Recordando tu cuerpo es que comprendo cuánto importas
para el mundo.
Hay una conciencia de los ritmos de la vida,
encerrada en tu cuerpo.
Qué sería, sin ti, del mundo.
El respeto debido al brillo de tus ojos
es lo que dicta valores de la estética.
Al mundo lo queremos bello, es decir,
con poesía, y es tu cuerpo,
la música de esa voz que brota de tu cuerpo,
lo que nos lleva a defender el aire limpio,
los bosques verdes y poblados.
La veneración mía por tu modo ondulatorio de existir,
los vaivenes pendularios de tus frutos,
más otras delicias de tu cuerpo,
promueven el deseo por mantener vivo el planeta.
¿Dónde podrías florecer si no es aquí en la Tierra?
Si se acaba el mundo,
no hay espacio para cuerpos como el tuyo.
Si hemos de cuidar tu cuerpo y el cuerpo de los bosques
como los grandes cuerpos de agua,
los gránulos del cuerpo de la tierra,
cuidaremos también la relación,
no sé si humana, si divina,
de tus labios con los pétalos
de muchas flores diferentes y esparcidas por el mundo…
eso es la poesía, una virtud esparcida por el mundo,
un principio ecologista y lúdico.

La memoria de tu cuerpo,
presencia cotidiana, minuciosa,
eso hay que salvar.

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