A qué llamo “calidad” en el
quehacer literario: luego de reflexionar varios años sobre el tema, tengo ahora
la creencia de que no habría justicia en decir, de dos grandes poetas, que
alguno de ellos es mejor. Ambos son poetas cuyos libros leeremos con placer y
provecho. A unos lectores gustará más uno de ellos; habrá también quienes prefieran
al otro. Pero, sin duda, en ambos —es decir, en todos los poetas importantes—
veremos un equilibrio de técnica y emotividad; otra forma de decirlo es que el
asunto conmueve al lector y la sonoridad, el ritmo del texto lo seducen de
igual modo. La manera de abordar el tema será lo prevalente en todo gran escrito.
Mi personal resumen de esto es que “la calidad está en la calidez”. Aplico este
principio en todo objeto artístico que llega a mis manos, ojos u oídos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario