Balada
laudatoria
a
don Ramón del Valle Inclán
(Rubén
Darío)
Del país del sueño, tinieblas, brillos,
donde crecen plantas, flores
extrañas,
entre los escombros de los
castillos,
junto a las laderas de las
montañas
donde los pastores en sus
cabañas
rezan, cuando al fuego
dormita el can,
y donde las sombras antiguas
van
por cuevas de lobos y de
raposas,
ha traído cosas muy
misteriosas
Don Ramón María del Valle Inclán.
Cosas misteriosas, trágicas, raras,
de cuentos oscuros de los
antaños,
de amores terribles,
crímenes, daños,
como entre vapores de
solfataras,
caras sanguinarias, pálidas
caras,
gritos ululantes, pena y
afán,
infaustos hechizos, aves que
van
bajo la amenaza del jerifalte,
dice en versos ricos de oro y
esmalte
Don Ramón María del Valle Inclán.
Sus aprobaciones diera el gran Will
y sus alabanzas el gran
Miguel,
a quien ya nos cuenta cuentos
de Abril
o poemas llenos de sangre y hiel.
Para él la palma con el laurel
que en manos de España listos
están,
pues mil nobles lenguas
diciendo van
que han sido ganados en buena
lid
por el otro manco que hay en
Madrid:
Don Ramón María del Valle Inclán.
ENVÍO
Señor, que en Galicia tuviste cuna
mis dos manos estas flores te
dan,
amadas de Apolo y de la Luna,
cuya sacra influencia siempre
nos una,
Don Ramón María del Valle Inclán.
IMPROVISACIÓN
A Rodolfo Ramos
Al amigo que pide una palabra mía
yo le digo que pida, si pide
bien, la luz;
y que, si es católico, que le
pida a María
para el despierto hereje
limosna de una Cruz.
(Buenos Aires, 1897)
[Me atreví a transcribir este poema por su métrica inusual: las primeras cinco estrofas (antes del "Envío") son endecasílabos acentuados en la 5a. sílaba. Es un esquema llamado "endecasílabo galaico antiguo" y ha tenido muy poco uso en toda la historia de la poesía en español. Nótese la musicalidad tan diferente, casi de conversación, contra la forma más común del endecasílabo, que suele llevar el acento central en 6a.].
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