La primera característica de un
texto que se pretende proponer como publicación, ya sea que se trate de un
artículo, ensayo o libro, es la limpieza, en todo sentido. Los aspectos
implicados en este concepto incluyen la presentación del escrito sobre las
páginas: aunque parece obvio, hay cosas tan importantes como utilizar siempre
papel blanco y tinta negra. Conviene enumerarlas y, de inmediato, pasaremos a
describirlas: 1) márgenes; 2)
sangrías; 3) interlineado; 4)
encabezados; 5) identificación y acomodo de citas textuales; 6) referencias y
notas; 7) empleo adecuado y rico de signos; 8) extensión de frases, oraciones, periodos
y párrafos. Comentaremos primero estas ocho cuestiones, en el mismo orden, para
agregar unas cuantas consideraciones indispensables en el proceso que va desde
la escritura de un texto hasta en momento de su entrega en manos de un editor,
dictaminador, revisor o impresor (con frecuencia, es necesario seguir todos
estos pasos). Daremos por sentado que un buen manejo de gramática y ortografía
son imprescindibles. Más adelante compartiremos algunas claves auxiliares para
lograrlo.
1) Márgenes
Una página limpia es una página con
suficientes márgenes. Los cuatro bordes del rectángulo que forma una página
deben tener luz (espacio en blanco) de entre 2.5 y 3.5 centímetros. En caso de
preferir medidas inglesas, el margen será de entre una y una pulgada un cuarto
(1.25”). A veces puede haber distancia un poco mayor entre el borde y el texto,
pero nunca menos. Estos espacios, además de contribuir a la pulcritud visual
del escrito, son áreas de trabajo para los revisores, correctores y editores,
quienes anotan ahí sus observaciones y sugerencias de cambios.
Es
una buena práctica comenzar un texto con más blanco en la parte superior de la
primera página, porque así se puede diferenciar pronto de las siguientes, en
caso de que accidentalmente se mezclen. También deben ser foliadas, aunque es
común exceptuar de esto a la primera; los números de página pueden quedar en la
parte superior o inferior, al centro o a la derecha de la hoja, pero nunca a la
izquierda.
El
programa procesador de palabras (el más usual es Microsoft Word) tiene opciones
para colocar los márgenes. No entramos en detalle porque este no es un manual
del programa Word, así que bastará con indicar estas generalidades: la versión
2011 para Mac tiene, en la barra de herramientas, la pestaña Layout; ahí se
puede leer este encabezado: Margins
(o Márgenes) y debajo, ventanas para
asignar margen a cada lado de la página. También se puede ir a Format, elegir Paragraph y escribir ahí los valores deseados.
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