viernes, 1 de febrero de 2013

Mirar al cielo



Para Koko y Diego
Dos que se casan
se arrojan uno al otro para cobrarse algo
para pagarle al mundo sus pecados
a precio del amor cautivo.

Dos que se casan
son dos que se cansan
de encontrarse al acaso en algún puente.
Se atreven a reunir sus vicios, faenas, existencias,
para volverlos un problema único y más grande.

Dos que se casan
es que se cansan de amarse en el cruce de caminos
donde a veces coincidían;
es que prefieren las vías ferroviarias,
siempre juntas y autónomas,
del hogar común.

Dos que se cansan de chocar en senderos de la vida,
ir dando tumbos por su ruta peculiar cada viajero:
van y se acuestan paralelos para ver,
allá en el techo,
el trabajo espiral, tedioso, lento
de las arañas.

3 comentarios:

Marlon Martínez Vela dijo...

Sin duda es un excelente poema. Felicidades al autor y a los aludidos. Un abrazo.

Marlon Martínez Vela dijo...

Excelente poema. Felicidades al autor y a los aludidos. Un abrazo.

Agustín García Delgado dijo...

Gracias, Marlon.