Para los gobernantes, como para los ciudadanos, alcanzar un
nivel digno en el cultivo de las artes traerá beneficio en varios ámbitos de la
vida comunitaria y en la vida particular de los individuos. Lo contrario, hace
mucho tiempo que nos procura algunas vergüenzas públicas y no pocas fugas de
capital humano, capital cultural y capital económico.
Es tarea de los gobernantes
solucionar este problema porque, sin la mano que riega el jardín, sin el interés
afectuoso por las cosas buenas y bellas, el arte será una lucha de la escasez
contra la indiferencia, contra un muro insensible: alguna ocasional floración extraordinaria
en un mar de vegetaciones grises, de corta vida y poco brillo. Es tarea de los
creadores de arte porque, sin esfuerzo superior, sin heroísmo intelectual (que
lo es también laboral), ningún dirigente educativo ni político entenderán el
valor de una pieza teatral excelsa, de un gran poema o de una ejecución musical
maestra.
Nuestra población cuenta con
cientos de miles de almas. Entre ellas, muchos corazones capaces de sentir y
expresar con intensidad la vida, es decir, de producir arte. Arte poderoso que
vibre con el mundo y lo haga estremecer. Pero un gobierno tibio, que no atiende
esta realidad, esta urgencia que es un problema eterno, es un gobierno enemigo
de la belleza, enemigo de los corazones que se agitan al comprender la hermandad
de las cosas y el hombre, la grandeza de vivirnos unos a otros.
Un ciudadano, mujer u hombre, que
haya tomado el camino del arte y no dedique su vida a crear, interpretar,
producir el mejor arte del mundo para sus conciudadanos, es un artista enemigo
del arte y de toda manifestación cultural. El estudio, la práctica exigente, la
lucha consigo mismo para alcanzar esa “línea azul de lo sublime”, son
obligaciones irrenunciables del trabajador cultural.
Ese gobierno, ese artista, hacen
falta en Ciudad Juárez.
2 comentarios:
De acuerdo, lo malo es que la discusión y el foro de crítica no existe en esta ciudad, y luego piensan que al hacer la crítica es personal y toman venganza..
Sin embargo, podemos empezar a formar esa costumbre de criticar, con ánimo constructivo, todo el arte que se produce en la ciudad, el estado y el país, Chachito. Podemos iniciar, nosotros, esa cultura. Gracias por tu comentario.
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