jueves, 17 de enero de 2013

Necesidad del arte


Para los gobernantes, como para los ciudadanos, alcanzar un nivel digno en el cultivo de las artes traerá beneficio en varios ámbitos de la vida comunitaria y en la vida particular de los individuos. Lo contrario, hace mucho tiempo que nos procura algunas vergüenzas públicas y no pocas fugas de capital humano, capital cultural y capital económico.
Es tarea de los gobernantes solucionar este problema porque, sin la mano que riega el jardín, sin el interés afectuoso por las cosas buenas y bellas, el arte será una lucha de la escasez contra la indiferencia, contra un muro insensible: alguna ocasional floración extraordinaria en un mar de vegetaciones grises, de corta vida y poco brillo. Es tarea de los creadores de arte porque, sin esfuerzo superior, sin heroísmo intelectual (que lo es también laboral), ningún dirigente educativo ni político entenderán el valor de una pieza teatral excelsa, de un gran poema o de una ejecución musical maestra.
Nuestra población cuenta con cientos de miles de almas. Entre ellas, muchos corazones capaces de sentir y expresar con intensidad la vida, es decir, de producir arte. Arte poderoso que vibre con el mundo y lo haga estremecer. Pero un gobierno tibio, que no atiende esta realidad, esta urgencia que es un problema eterno, es un gobierno enemigo de la belleza, enemigo de los corazones que se agitan al comprender la hermandad de las cosas y el hombre, la grandeza de vivirnos unos a otros.
Un ciudadano, mujer u hombre, que haya tomado el camino del arte y no dedique su vida a crear, interpretar, producir el mejor arte del mundo para sus conciudadanos, es un artista enemigo del arte y de toda manifestación cultural. El estudio, la práctica exigente, la lucha consigo mismo para alcanzar esa “línea azul de lo sublime”, son obligaciones irrenunciables del trabajador cultural.
Ese gobierno, ese artista, hacen falta en Ciudad Juárez.
            

2 comentarios:

chachito dijo...

De acuerdo, lo malo es que la discusión y el foro de crítica no existe en esta ciudad, y luego piensan que al hacer la crítica es personal y toman venganza..

Agustín García Delgado dijo...

Sin embargo, podemos empezar a formar esa costumbre de criticar, con ánimo constructivo, todo el arte que se produce en la ciudad, el estado y el país, Chachito. Podemos iniciar, nosotros, esa cultura. Gracias por tu comentario.