Se disponen las manos a labrar, moldear:
la materia espera ser llevada
a su nueva forma de artificio.
Todo elemento es obsequio de la tierra:
un trozo de madera que late como vida con raíces
al menos será bastón sagrado,
armario con alma o fuego de hogar,
mesa donde saciados comensales contarán historias.
Masa dócil cuando la encanta el artesano.
Pieza esperanzada es el trozo de roca
que sueña invocar otra existencia;
o bien cuna, lecho, tumba: cuerpos que guardan cuerpos.
Por el maestro y su herramienta
es que asume la luz formas
y arde vida en tosco barro.
Un latido se escucha en ese objeto nuevo:
el centro sagrado y animal del mundo,
que vibrando se presenta.
Por obra y gracia del trabajo.
Trabajo y gracia de las manos.
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